Hoy nos encontramos con Emilia Eneyda Valencia. Nacida en Andagoya, Chocó; es defensora de los derechos de su etnia y también ha tratado de rescatar sus tradiciones chocoanas, licenciada en lenguas modernas de la Universidad del valle, especialista en comprensión y producción textual, magíster en didactica del frances en el Colegio mayor de nuestra señora del Rosario en Bogotá, se ha desempeñado como docente universitaria y de bachillerato, ha sido secretaria operativa de la Minga Afro-Vallecaucana por la vida, consejera de comunidades negras, representante de las mujeres negras de Calí, Miembra del comité editorial de la revista Ébano latinoamérica, constructora y participe en proyectos de vida en mujeres y partícipe de varias publicaciones de obras literarias, líder social y actual directora de la organización Afrocol.
En una entrevista exclusiva para la organización Hikari Yami, Emilia Eneyda habló sobre los retos que ha tenido que afrontar como líder social y de cómo las comunidades afro con las que trabaja le han hecho frente a la situación actual que se vive en el país debido a la pandemia ocasionada por el COVID-19.
Foto tomada de Facebook
En principio ¿Cuál es la motivación que la ha impulsado a trabajar cada día más por la comunidad?
Pues realmente aunque existen las leyes uno ve que se avanza poco, las instituciones no están sensibilizadas frente a esa necesidad que hay de satisfacer las demandas de las comunidades nuestras. Entonces nos toca seguir trabajando y exigiendo porque, por ejemplo, existe la ley 70 desde 1993 o la llamada ley de las comunidades negras pero no muchos de sus artículos han sido reglamentados, por ejemplo, el que habla de la implementación de la cátedra de estudios de afrocolombianos que obliga a las instituciones educativas desde el grado cero hasta el grado once a enseñar la verdadera historia de África, pero que esto se este haciendo realmente en las escuelas, en los jardines infantiles y en los colegios nada, entonces debemos seguir en la lucha y además porque se crean leyes como la ley de cuotas para las mujeres que obligan a todas las instituciones a que el 30% de sus cargos de mediano y alto perfil sean ocupados por mujeres pero no dice de ese 30% cuántas mujeres negras pueden estar allí, o sea que los mandatarios lo que hacen es llenar los cupos con mujeres generalmente blanco-mestizas y nosotras no vamos, entonces por todo eso debemos luchar y pelear.
Afrocol es la organización con la cual ha venido trabajando últimamente ¿Cómo ha sido la experiencia al trabajar con esta organización?
Afrocol tiene más de 20 años, nació en 1996 como una necesidad sentida, de las mujeres negras y niñas del pacífico colombiano, de organizarnos para defender y rectificar nuestros derechos, primero como mujeres y luego como mujeres negras. Nosotras pertenecemos a una comunidad muy vulnerada entonces desde allí venimos trabajando en el tema de hacer incidencia política en todos los espacios para que nuestras exigencias queden insertar en planes de desarrollo, que se den políticas públicas para nosotros, que podamos ir a todos los espacios culturales, políticos y sociales en condiciones de paridad tanto con los hombres como con las mujeres de otras etnias, hacemos muchos talleres sobre derechos humanos, sobre derechos de las mujeres, la ley 1257, normatividad afro, que la hay con la ley 70 y otras leyes que nos favorecen, hacemos mucho trabajo de perspectiva de género, bueno, es bastante el trabajo.
Y debido a esta situación que estamos viviendo en estos momentos con el COVID-19 ¿Cuáles han sido los principales problemas que se han evidenciado en esa comunidad? Principalmente en los territorios en los que trabaja.
Cuando hablamos de territorios hablamos de territorios rurales y de origen allá en los ríos y en los pueblos. El problema para las comunidades nuestras en los territorios es que así como no hay infraestructura de salud hospitalaria suficiente para atender a la gente como en la ciudad, sin embargo la gente está haciendo lo posible por resolver la situación, tanto así que ayer en el hospital de Quibdó se recuperó un paciente con todo y los problemas que tienen, como que no les pagan a los empleados hace mucho rato porque los dineros que llega para esos pagos se los roban y eso es muy común en la gente en este país, lo que pasa es que como es un pueblo negro lo estigmatizan más. Y está el tema de la falta de saneamiento básico por lo cual no se le puede exigir a mucha gente en algunos pueblos muy rurales que se laven las manos cada tres horas porque no tienen agua potable a pesar de que tienen el río cerca. Lo otro, es que hay una afectación muy grande porque cuando tenemos fallecimientos en las comunidades se acostumbra a hacer el velorio, entonces imaginense las comunidades acostumbradas a reencontrarse porque cuando alguien muere se genera un espacio de reencuentro donde llegan personas que hace mucho no ven pero llegan a acompañar a los dolientes, aportan económicamente, se hacen los cantos y es todo un ritual para despedir a los fallecidos. Entonces en ese sentido las comunidades están afectadas porque no están sanado su dolor, no están despidiendo a sus muertos como se acostumbra, ni siquiera los hijos o hijas pueden llegar porque no se pueden desplazar desde donde están para darle el último adiós a sus seres queridos entonces hay bastantes afectaciones y me imagino también que ahora los costos de los alimentos que de por sí son bien elevados por las pésimas condiciones de algunas carreteras, porque hay que viaja por carretera para llegar allá, ahora se incrementarán entonces ahí tenemos otra problemática.
¿Y si se ha visto que las entidades sanitarias hayan intervenido dentro de estas comunidades?
Si, ha intervenido la secretaria de salud y ha estado muy atenta pero la gente dice que no necesita nada. También frente al tema de las mujeres que ahorita están conviviendo con los agresores que es una cosa muy densa, porque ahorita muchas mujeres tienen que convivir con los maltratadores y muchos niños y niñas con los violadores, para estos casos tenemos también los teléfonos de las entidades que pueden apoyar en esas situaciones y hay como una especie de botones de ayuda que la gente puede enviar para saber que están pasando por una situación de peligro y se puede enviar de manera que el agresor no se entere y de eso también estamos echando mano. No solo aquí en Cali sino en todo el país porque tenemos amigas en redes y socias en diferentes regiones del país y compartimos todas esas cosas.
¿Dentro de todo esto que se ha presentado dentro de la comunidad por el COVID-19 se ha implementado ya alguna solución a dichas problemáticas?
Hay gente que ha estado juiciosa en adoptar y seguir todas las estrategias de protección que se han direccionado desde el gobierno central. En comunidades como Jamundí, Valle en un pueblito que se llama Robles que es una comunidad negra, las medidas que se han implementado son como una especie de guardia civil para impedir la llegada de gente extraña al pueblo, de foráneos, extranjeros y de muchos venezolanos que andan rondando por ahí. Entonces han implementado una estrategia de vigilancia en la cual tanto hombres como mujeres participan con todos los elementos de protección, custodian las entradas del pueblo para que nadie ingrese y además tienen productos de desinfección a la mano por si alguien pasa cerca del pueblo o quiere ingresar por alguna razón de fuerza mayor, para desinfectar carros, llantas, bicicletas y demás.
Y en cuanto a su organización ¿Qué actividades realizan dentro de Afrocol para contribuir con soluciones a la pandemia?
Esto nos tiene a todas así como con los pelos de punta, por ejemplo tenemos un programa de afro-yoga alrededor de las 8:30, tenemos una experta en el tema y casi todos los días estamos haciendo afro-yoga. También compartimos unas recetas que ya conocíamos desde antes para fortalecer los pulmones porque como se dice que esto ataca es a los pulmones lo hemos estado compartiendo. Y todo este tema de los sahumerios con plantas y las bebidas, cosas que a cada una le funcionen, por ejemplo, que en lo posible no vean noticias que les hacen dar temor, les recomendamos muchas películas sobre todo de temas de género o temas que nos conciernen a nosotras como mujeres negras y como pueblo negro, así hemos tratado de pasar la pandemia. Y por otro lado se implementó una campaña solidaria de recoger fondos para ayudar a algunas de nosotros que son las más vulnerables económicamente, eso estamos haciendo.
¿Y hasta qué punto la comunidad ha sido participe de estas actividades?
Dentro de las anteriores actividades participan todas, hablando de lo económico participan las que pueden, las que pueden aportar veinte mil o cincuenta mil pesos para ayudarle a otra que esté mal y además apoyamos iniciativas productivas que en este momento se han gestado por ejemplo, el decir algo así como que las que peinan están varadas, entonces ahorita están distribuyendo tapabocas y se los compramos a ellas para que puedan recuperar un poco las pérdidas que tienen por no estar ejerciendo ahorita su labor como peinadoras y hasta el momento esto nos ha funcionado. Hay bastantes cosas que hemos hecho que ahorita no alcanzaría a contar.
Por último ¿Cuál es el aprendizaje que has tenido como líder social ante esta situación de desigualdad en la que viven muchos colombianos y lo que es esta pandemia totalmente?
Mi reflexión es que momentos de crisis como estos son los que ponen a prueba el verdadero liderazgo y que una no se debe derrumbar y debe mantenerse firme porque una es el apoyo de muchas personas, no solo económico sino emocionalmente y aquí es donde se sabe quién es la influencia real, no esos que llaman influencers en las redes, no esos que salen a hacer payasadas sino esos que pueden ayudarte a superar un problema en una instancia superior, una persona que tiene el poder o que tiene los medios, los recursos o la potestad para solucionarlo, entonces aquí es donde se está viendo de verdad quienes son los verdaderos líderes y las verdaderas lideresas de los procesos.
Agradecemos a Emilia Valencia por su labor como líder social por su arduo trabajo y constante lucha por los derechos de las mujeres y las marginadas comunidades afro del país.
Escrito por: Karen Shirley Cruz José Antonio Polo. Estudiantes Universidad Minuto de Dios Calle 80.
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